La relación entre la alimentación y la salud es algo que es sabido por todo el mundo desde hace años.
Gracias a los avances científicos de las últimas décadas, conocemos en profundidad cómo debe ser la alimentación en cada una de las etapas de la vida, desde la infancia a la tercera edad, pasando por la adolescencia y edad adulta, además de situaciones especiales como pueden ser el embarazo y la lactancia donde prestamos un especial cuidado a nuestra nutrición.
Según la OMS, la salud es definida como “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Para mantenerla o recuperarla, es necesario adaptar la alimentación a cada caso.
Nutrición saludable
En ciertos casos, es necesario adaptar la alimentación a las patologías, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, hipotiroidismo, u otras como el parkinson, en la que la alimentación puede ayudar a mantener la salud previniendo la desnutrición..., a las alergias o las intolerancias tan comunes en nuestra población, y que no sabemos muy bien qué alimentos sustituir y qué alimentos incluir en la alimentación.
Hay otras ocasiones en las que pueden existir déficits de micronutrientes, como sucede en el caso de la anemia, aunque el peso se encuentre dentro del rango considerado como normal. Esto es un indicio de que la alimentación seguida no es equilibrada, ya que no cumple con los requerimientos, ya sean de algunas vitaminas o minerales, proteínas…
Una dieta saludable te ayudará, no solo a paliar los efectos de la patología, sino también a prevenirlas.
Por ello, trabajamos con dietas totalmente personalizadas en función del objetivo, las patologías y las situaciones de cada paciente.